Nota del Editor: Tercero de una serie de artículos sobre la posibilidad de que los puertorriqueños puedan crear una moneda social.)
Dra. Martha Quiñones Domínguez
Para Prensa sin censura
Si entendemos que el dinero es un acuerdo dentro de una comunidad de usar algo como medio de intercambio, cualquier cosa puede ser dinero. En el Festival es un medio de remuneración, para hacer transacciones, facilitando así el intercambio de bienes, productos y servicios.
Un experimento que durante años se ha establecido en Puerto Rico y no ha tenido reconocimiento ha sido los “CLARIPESOS” que se usan en el Festival de Claridad todos los años. La implementación de los CLARIPESOS como moneda social debe ser estudiada, como monedas complementarias, que se refieren a que esta moneda pretende complementar el dinero legal creando un sistema alternativo y diferente, utilizando la moneda social-CLARIPESOS como una herramienta de pago del trabajo donado.
Funciona como un banco de tiempo y se crea a partir de los propios intercambios de servicios (bancos de tiempo de trabajo cultural donado) por productos (redes de trueque en los kioscos). Los bancos de tiempo usan la divisa tiempo/trabajo/pareado al dólar y las redes de trueque como una moneda social propia y característica del Festival. Este experimento que año tras año se da es un mercado con monedas sociales establecido y que funciona en el este mercado social de esta industria cultural.
Los CLARIPESOS, en el año 2019 los diseñaron muy estilizados, sólo tienen valor en el Festival y en el año en que se otorgan. Los kioscos luego redimen el valor en la especie de banco que establecen como método contable. De esta manera tienen el valor de la actividad cultural que se paga con la consumación de los demás.
Es dinero que se crea y utiliza para fomentar tanto el trabajo como el consumo local, conseguir objetivos sociales. Pero su objetivo no solo es el de facilitar el dinero oficial, sino también convertirse en facilitadores de otras formas de consumo y producción locales. Es una experiencia local que fomenta el sentido de comunidad en el Festival, son experiencias locales que por sí mismas fomentan el sentido comunitario pues sólo circulan dentro del festival, o que impide que los recursos generados por esta economía salgan de la comunidad y permite que se reinviertan de nuevo en ella.
Los CLARIPESOS no desafían al dinero de curso legal, tienen la misma paridad que el dólar, por lo que no tenía problema en poder valorar los bienes y servicios de la economía en el festival, lo que facilita su uso a la gente e incluso poder medir la actividad económica. Los CLARIPESOS no son monedas con las que se pueda especular ni están sujetas a intereses, y al igual que otras monedas sociales sufre una tasa de interés negativa por su no utilización u oxidación que penaliza el no uso y la acumulación de esta con una pérdida de valor en el tiempo.
La experiencia del Festival de Claridad sirve como modelo para poder establecer una especie de banco-cooperativa para establecer un proyecto social y político de monedas sociales, como herramientas de economía local, social y solidario. Es un proyecto social al cumplir objetivos sociales y económicos, pero también es un proyecto político al apoderar a los productores locales, como los agricultores que venden en el comercio local, evitar el consumo de productos y servicios ofrecidos por las grandes empresas, promover el consumo responsable y poder ofrecer descuentos al usuario de la moneda cuyo objetivo principal es el apoyo y estimulo del comercio local.
Además de ofrecer otras alternativas económicas y sociales al sistema actual, también promueve la creación de empleos, de actividades culturales, educativas y medio ambientales, fortalece la solidaridad, fomenta el empoderamiento y financia proyectos de interés comunitario. Un efecto colateral será recuperar el dinero como medio de cambio y concientizar sobre el uso responsable del dinero.
Así que, si esto funciona en una actividad puntual, como el festival de Claridad, podemos establecer un modelo similar en Puerto Rico. Como la moneda social sólo tiene valor cuando se utiliza para intercambiar bienes y servicios, la misma puede ser un proyecto social y político en los mercados agrícolas urbanos que la Cooperativa Madre-Tierra puede establecer en este modelo económico alterno en el país.
Como proyecto social la UPR puede crear este tipo de monedas y contribuir al crear una cooperativa ciudadana y democrática sin ánimo de lucro que busque fomentar el uso del dinero o monedas sociales, no especulativos y actuar como un elemento de transformación social. Crear una moneda social donde el objetivo es fomentar el consumo en el comercio local, el fomento de redes entre sus usuarios y empresas de comercio local; la no acumulación de capital para comprar, vender, cooperar.
La idea de las monedas sociales es ir creando otra economía, es el proyecto social, político y económico. Hay una idea de producción diferente, más solidaria, para no depender de una sola forma de relación económica. Es proyecto social porque crea cohesión social, dinamizar la sociedad, es herramienta alternativa para el desarrollo local y rompen los esquemas de la economía dominante al poner el énfasis en el bienestar y en las personas. A su vez sirve de motor en el turismo al proyectar una marca de destino sostenible y de desarrollo local y de colección.
El crear monedas locales es una transición sociocultural hacia modelos de mayor democracia, sustentabilidad ecológica y justicia social que pueden transformar la lógica de los intercambios y tomar consciencia de cómo nuestras acciones mueven la economía local.
Las ventajas según los especialistas es que fomenta la economía local (favoreciendo al pequeño y mediano comerciante), pues genera más riqueza, acelera el consumo y la producción local. Como funciona en una zona determinada, tiene una cantidad limitada de usuarios, no hay especulación, ni inflación o deflación. Al crear consciencia se impulsan las relaciones comunitarias y locales, genera participación ciudadana y permite al municipio poder medir el impacto de su gente en la economía local. Los inconvenientes es que se limita a un área de utilización muy limitada y que hay que buscar cómo las cooperativas se insertan en ser parte de este proyecto.
Hoy existe más de 5,000 monedas sociales a nivel mundial en países tan diversos como Alemania, Bélgica, Francia, Gran Bretaña, Italia, Arabia Saudí, Argentina, Australia, China, en el Caribe, Curacao, St. Maarten, Colombia. Encontramos que en España hay como 185 monedas sociales, encabeza la lista, seguida por Estados Unidos (99 monedas), Sudáfrica (45), Finlandia (42), Australia (31) y Nueva Zelanda (30), en un listado que incluye una decena de países latinoamericanos. En América Latina circulan 44 monedas sociales diferentes.
La Autora es Doctora en Economía y Planificación, ex Presidenta de la Asociación de Economistas de Puerto Rico y Catedrática del Recinto de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico.