Otra profanación en la Reserva Sagrada del Río Jauka

María Caraballo

Prensa sin censura

Primero fue la pintura de un ‘rubik cube’ en una enorme piedra cuadrada en la Reserva Taína del Río Jauka, un asentamiento arqueológico en el que se observan decenas de petroglifos de los ancestros de Borikén.

Ahora la reserva localizada en las Parcelas Pons del Barrio Paso Palmas de Utuado es objeto de otra profanación, sin respeto a la relevancia cultural e histórica del lugar.

Específicamente en el Cañón Blanco, este paraíso entre montañas ha sido vandalizado con pinturas de colores en una de las paredes cercanas a lo que se conoce como la Piedra del Sofá.  

Es indignante la falta de conciencia de las personas que están haciendo esto, no solamente aquí, también puedo mencionar el Puente de Piedra de Cabo Rojo, en el cual pintaron una bandera junto a dos soles y en el rio de Yabucoa donde con pinturas de aerosol pintaron flechas cercanas a petroglifos tainos marcando un tipo de ruta.  

Entendemos que cuando se comenzó a denunciar este tipo de acto en septiembre de 2018 con la pintura del rubik cube en el mismo Rio Jauka las agencias no tomaron cartas en el asunto lo que ha llevado a que más personas continúen este tipo de acción.  Necesitamos y creemos fielmente en la protección del medio ambiente de nuestros lugares con patrimonio cultural como lo es el Río  Jauka o rio Caonillas, como actualmente se conoce.

Dicho lugar cuenta con más de 80 petroglífos y entendemos que debe existir algún tipo de ley que desde ya comience a protegerlos del vandalismo de las personas inconscientes.  

Necesitamos ayuda, es por esto que estamos aquí.  En septiembre de 2018 nos intentamos comunicar con Tania Vázquez, secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) a través  de una carta certificada (adjunto la boleta) y no respondieron la misma. Anoche me comunique con la oficina de DRNA cercana y me indican que tienen cuatro vehículos y que ninguno funciona.  Hoy oficialmente me tomaron la querella (q-arem-106-19) y me indican que no tomemos acción hasta tanto ellos visiten el área.  

Entendemos que este tipo de pintura dañó el entorno del lugar, sin pensar en la pintura que pudo haber caído en el cuerpo de agua.  Ya es hora de que las agencias pertinentes tomen en cuenta esto y le den la importancia necesaria; también que la campaña de protección del lugar llegue a más personas a través de los distintos medios para educar a todo aquel que va por cuenta propia.

Estos paraísos, son nuestros lugares sagrados y nos toca como pueblo poner nuestro granito de arena. Hago un llamado de acción de parte de las autoridades y al pueblo Borikua a la conservación y preservación de este y todos los demás lugares de nuestra hermosa isla.

Esto no puede seguir sucediendo.